Quito, EFE
Grupos de ecologistas e indígenas, entre otros, participaron hoy en un ritual ancestral y una misa por las presuntas víctimas de una supuesta masacre de indígenas taromenane en una zona de la Amazonía, a manos de los waorani.
Esperanza Martínez, presidenta de la organización no gubernamental Acción Ecológica, dijo que varias organizaciones se han "declarado en luto" por "la muerte de los teromenane y los huaorani", un hecho sobre el que aún no hay una versión oficial.
El Ministerio de Justicia ha iniciado una investigación sobre la supuesta masacre de indígenas taromenane, una comunidad en aislamiento voluntario que habita en la selva, a manos de otro grupo nativo: los huaorani.
El presunto ataque se habría producido por una venganza, ya que a inicios de marzo pasado una pareja de líderes huaorani habrían sido asesinados con lanzas, aparentemente por indígenas taromenane que custodian sus territorios para impedir el paso de personas afines a empresas madereras.
Las difíciles condiciones geográficas y climáticas han dificultado el ingreso de las autoridades a la zona y a las supuestas víctimas del presunto ataque.
Los problemas entre los dos grupos nativos es antiguo y, según la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), se debe en parte a la reducción de sus territorios a causa de la expansión de las fronteras petrolera y agrícola en la Amazonía ecuatoriana.
Martínez dijo que por ello las ceremonias de hoy se realizaron en los exteriores del Ministerio de Recursos Naturales No Renovables, pues aparte de la manifestación "del duelo" exigen "que pida disculpas y que renuncie el ministro (del ramo) Wilson Pastor toda vez que él es el responsable de la política extractiva".
Con la acción de hoy, las organizaciones también buscan "la sensibilización" de los ecuatorianos.
Ello, según Martínez, pues "se está construyendo una idea de que lo que sucedió allá es un conflicto entre clanes producto, prácticamente de pueblos salvajes, y sin embargo, se está desconociendo el hecho de que aquí hay empresas petroleras que son responsables".
El pasado sábado, el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, aseguró que el Estado "ha tomado todas las medidas del caso" para "aclarar qué pasó".
Correa, además, criticó el manejo que han hecho ciertos medios de comunicación sobre el tema, sobre todo la publicación de unas fotografías de indígenas asesinados con lanzas, que podrían herir la susceptibilidad de las personas e, incluso, alentar el odio racial.
Para Correa, el conflicto es "un asunto entre comunidades", "un problema entre clanes" indígenas, en el que unos, los huaorani, están incorporados al resto de la sociedad, y otro, los taromenane, prefieren vivir en aislamiento voluntario en la selva.
El mandatario no quiso referirse al número de muertos por el ataque, aunque algunos dirigentes han dicho que podrían ser entre 18 y 30.
Según Correa, para quien en el conflicto actual nada tienen que ver las compañías petroleras, las primeras investigaciones dan cuenta de indicios de un cadáver, aunque señaló que se debe esperar a que las indagaciones continúen.
Según Correa, para quien en el conflicto actual nada tienen que ver las compañías petroleras, las primeras investigaciones dan cuenta de indicios de un cadáver, aunque señaló que se debe esperar a que las indagaciones continúen.
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