Un tribunal ecuatoriano ha ratificado hoy la millonaria condena a la petrolera estadounidense Chevron, que deberá pagar una indemnización de casi 6.300 millones de euros por los daños ambientales causados en la Amazonía. La Corte de Justicia de la provincia de Sucumbíos, en el noreste del país, ha dado por buena la sentencia dictada el 14 de febrero del año pasado, cuando un tribunal menor condenó a Chevron tras un juicio que se alargó durante 17 años.
La cuantía, sin embargo, podría duplicarse hasta los 13.795 millones de euros si la petrolera no se disculpa. Una fuente del Frente de Defensa de la Amazonía, que auspicia a colonos e indígenas demandantes, ha explicado que la sentencia ratifica la "culpabilidad" por el daño ambiental ocasionado entre 1964 y 1990 por Texaco -una compañía posteriormente adquirida por Chevron- que afectó a la vida salvaje y a la población indígena.
La petrolera aún puede volver a recurrir la decisión judicial ante la Corte Nacional de Justicia, donde podría presentar un recurso de casación, aunque para hacerlo deberá depositar el 1% del monto de la condena. Chevron ha calificado de "ilegítimo" el fallo en su contra y ha presentado alegatos de supuesto "fraude" en el juicio que lleva más de 17 años de duración, primero en instancias judiciales estadounidenses y luego en la corte ecuatoriana.
El coordinador ejecutivo de la Asamblea de Afectados por Texaco, Luis Yanza, ha asegurado en un comunicado que con el fallo de hoy "se confirma y se ratifica que la compañía contaminó y afectó a la Amazonía". "Este es un paso más para señalar al culpable y luchar porque se remedie el daño. Claro está decir que ningún monto alcanzará para reparar todo el crimen que hicieron en nuestra zona ni revivir a los cientos de muertos", subrayó Yanza.
Tras conocerse el fallo, el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, ha mostrado su alegría: "Creo que se ha hecho justicia, es innegable el daño que hizo Chevron en la Amazonía". Para el presidente, el juicio ha sido similar a la "lucha de David contra Goliat".
Un perito designado por el tribunal de primera instancia había estimado el costo de limpieza y compensación por los daños en 27.000 millones de dólares (20.690 millones de euros), pero Chevron mantiene que ese informe no fue independiente, sino realizado en colaboración con los demandantes. La compañía argumenta, además, que en 1990 alcanzó un acuerdo con el Gobierno de Ecuador que le exoneraba de responsabilidades medioambientales futuras, situación que, según los demandantes, no influye en un juicio privado.
Chevron no tiene activos en Ecuador que puedan ser incautados para el cumplimiento de la sentencia, pero los demandantes podrían iniciar procesos en terceros países donde la empresa sí tiene operaciones para intentar cobrar la indemnización.
La petrolera compró Texaco hace una década y el proceso judicial arrancó en 2003. La demanda es respaldada por 30.000 ecuatorianos, que acusaron a la compañía de contaminar sus tierras y matar sus animales con el vertido de material tóxico. También se cita un incremento en los casos de cáncer. La compañía responde que no hay pruebas científicas legítimas.
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