jueves, 31 de mayo de 2012

Contrajunta de Accionistas de Repsol

Fuente: Repsol Mata, http://repsolmata.ourproject.org/spip.php?article229


REPSOL EN DEUDA Currículum oculto de una compañía irresponsable Desmontando las mentiras sobre Repsol

La construcción y el cuidado de la falsa imagen corporativa de las grandes compañías energéticas es un asunto relevante para mantener tanto al consumidor/a alejado/a de la realidad como al accionista en una postura poco crítica respecto a sus actividades. La desinformación -mediante informes de Responsabilidad Social Corporativa (RSC), publicidad engañosa, instrumentalización política o galardones ambientales- es una práctica reconocida en Repsol, que le garantiza un cierto campo de impunidad en los países donde opera. Sin embargo, la imagen de Repsol está siendo deteriorada por numerosas denuncias públicas que ponen en entredicho la responsabilidad de la compañía, desmontan su discurso y señalan su deuda ambiental y social. A continuación se resumen las más conocidas.

1. Privatizaciones irregulares y expolio de los recursos
En abril de 1999, Repsol lanzó una OPA a YPF (Yacimientos Petrolíferos Fiscales de Argentina) en la bolsa de Nueva York por el monto de 15.000 millones de dólares, en un momento en que el barril estaba a 15 dólares (hoy cuesta 120). En la tasación, la consultora financiera y banca de inversión Merrill Lynch redujo deliberadamente un 30% su estimación de las reservas explotables con el objetivo de subestimar el valor de la empresa antes de la venta. En la transacción se entregaron ilegalmente las acciones que los trabajadores de YPF tenían de su empresa, hecho que motivó un juicio histórico impulsado por los miles de familias afectadas que esperan todavía cobrar aquello que era suyo (Denuncia Penal 8568/99) (1) . Repsol compró YPF por 13.158 millones de dólares en 1999. Ahora la empresa española se retiraría con un saldo positivo de 8.813 millones de dólares, aún sin indemnización.
En Bolivia, Repsol, a través de las empresas subsidiarias YPF y Pluspetrol y el intercambio de activos con Pérez Companc, se adueñó de Andina S.A., empresa de propiedad estatal con la mitad de los yacimientos explorados y productivos de la población boliviana. Pero no pagó nada por ello, sino que prometió invertir el valor patrimonial de la empresa en cuestión. Esta operación durante el gobierno del hoy prófugo Sánchez de Losada se considera como uno de los mayores despojos de la historia boliviana.

2. Política de sobreprecios Repsol ha sido reiteradamente denunciada por beneficiarse de prácticas de monopolio para aplicar una política de sobreprecio en los combustibles (especialmente de cara a las poblaciones más empobrecidas).
En Argentina, Repsol concentraba el 55% de la producción de butano, el 64,5% del transporte y el 78,2% del almacenamiento. Entre 2001 y 2003, Repsol subió el precio de la garrafa de entre 8 y 9,5 pesos a 25 y 30 pesos (30 pesos son 8,20 EUR al cambio del 31 de diciembre de 2003). Según la Defensoría del Pueblo, la transferencia directa de los precios a los/as consumidores/as generó un beneficio empresarial de más de 4.600 millones de dólares en los últimos años (2).
Por otro lado, Repsol controla toda la cadena de producción y suministro de gas en Perú. En 2010 hubo en este país varios muertos en movilizaciones en la provincia de La Convención contra los aumentos constantes en el precio del gas licuado del petróleo (GLP) de consumo doméstico, mientras se exportaba a precios muy bajos. Todo ello significaba una transferencia de renta de los sectores más empobrecidos a la empresa Repsol y el incremento de sus abultados beneficios (en 2010 el beneficio neto fue de 4.693 millones de euros; en 2011, de 2.193 millones de euros).
Repsol integra verticalmente toda la cadena de producción y suministro de gas en Perú. Los sobreprecios al gas doméstico significa una transferencia de renta de los más pobres a los ya de por sí abultados beneficios (10 millones de euros diarios el año pasado).

3. Pasivos Ambientales: contaminación y deterioro ecológicos
Repsol posee un abultado historial de responsabilidad en la generación de pasivos ambientales. En la costa de Tarragona, ha ocasionado al menos 8 derrames en los últimos 6 años (3). En Argentina, ha sido vinculada con varios derrames en las terminales portuarias de Caleta Olivia y Caleta Córdoba. En Brasil, se han reportado vertidos en sus bloques de explotación en las costas de Río de Janeiro. En Bolivia, ha sido denunciada por vertidos en los terrenos de extracción Mamoré, Caipipendi y Sécure. La exportación de petróleo en el Oleoducto Sica Sica Arica (Bolivia, 2000) provocó un vertido de 29.000 barriles en la cuenca del río Desaguadero, afectando a 200 comunidades campesinas. En Ecuador, en el bloque 16, donde Repsol obtiene crudo, se han denunciado numerosos derrames, así como el vertido anual de aproximadamente 180.675.000 barriles de aguas de formación (muy contaminantes por su salinidad y concentración de metales pesados) (4).
En Perú, desde el inicio de producción en Camisea (lote 88) se han detectado al menos 8 derrames, deteriorando sensiblemente la pesca del río Urubamba e incluso generando episodios severos de contaminación pública. En Colombia, las repetidas roturas del oleoducto Caño Limón Covendas han contaminado sistemáticamente el departamento de Arauca.
Por otro lado, se han denunciado episodios de contaminación atmosférica en la mayoría de sus refinerías: en Tarragona un estudio de la Universidad Rovira y Virgili detectó la emisión de moléculas prohibidas en zonas urbanas, en Cartagena los/as escolares se han manifestado con máscaras denunciando la contaminación, en Muskiz son semanales las protestas de los/as vecinos/as contra la planta de Coke, en Luján de Cuyo (Argentina) se descubrieron manejos irregulares de residuos tóxicos, como el entierro o la quema en fábricas de cemento (5).
Se han denunciado también impactos generados por la exploración sísmica en el mar en Argentina, donde los/as pescadores/as se movilizaron en 2010 por ver su fuente de ingresos amenazada (6). En Canarias también se han denunciado los impactos en cetáceos por las actividades de exploración de Repsol..

4. Daños a la salud pública
En Argentina, las comunidades mapuches Kaxipayiñ y Paynemil llevaron a la Corte Interamericana de Derechos Humanos el caso de la contaminación de aguas en la Loma de la Lata. Los datos que aportaron son contundentes: el suelo y el aire están contaminados. Estudios constataban también una cantidad muy por encima de la media de cáncer, abortos y malformaciones. La Corte les dio la razón. En marzo de 2002 presentaron una demanda de 445 millones de dólares a Repsol para que reparare los impactos a la salud psico-física, la fauna, la flora y la cultura de sus comunidades (7).
En Perú y Ecuador, se han detectado cuadros epidemiológicos complejos en las zonas con más años de producción petrolera. Por otro lado, plataformas ciudadanas como Cel Net ( Tarragona) denuncian ocultamiento de datos epidemiológicos sobre los índices de cáncer en la población.
5. Invasión territorial
La presencia de Repsol en territorios indígenas vulnera los derechos básicos reconocidos en la Declaración de las Naciones Unidas sobre Derechos de los Pueblos Indígenas y el Convenio Nº169 de la OIT. Se ha denunciado la inexistencia o falsedad de consultas en Bolivia, Argentina, Perú, Ecuador y Colombia. Entre otros pueblos afectados están: mapuches, wichis (Argentina); guaranís, weenhayek, moxeños, chimanes, yurakarés, tacanas, esse ejjas (Bolivia); matsiguengas, ahaninkas, piros, nahuas, shipibos (Perú); huaoranis (Ecuador); u´was, guahibos, sicuanis, cofanes (Colombia). La industrialización de los campos petroleros, imprime una huella imborrable en los territorios indígenas, deteriorando la calidad de vida, los recursos naturales, la paz y la cultura de los pueblos (8).

6. Amenaza a los pueblos en aislamiento voluntario
Varios bloques de Repsol afectan a los territorios de pueblos en aislamiento voluntario, amenazando su supervivencia. En Perú, Repsol defiende sus intenciones de operar en el interior del lote 39 afirmando la inexistencia de grupos huaoranis y záparos. Sin embargo, organizaciones indígenas y ONGs internacionales presionan al gobierno para la creación de la Reserva Territorial Napo Tigre en base a pruebas que demuestran la existencia de grupos en aislamiento voluntario.
También se han denunciado el avance de la frontera petrolera al interior de la Reserva Territorial Nahua Kugakapori Nanti, afectada por el lote 88, donde Repsol es accionista (9). Lo mismo sucede con las actividades del lote 76 (Repsol- Hunt Oil) al interior de la Reserva Comunal Amarakaeri.

7. Destrucción de áreas protegidas y de la biodiversidad
Las actividades de Repsol ponen en peligro áreas protegidas por su biodiversidad. Entre ellas, la Reserva de la Biosfera Norpatagónica, la Reserva Ramsar Laguna Llancanelo (Argentina); el Parque Nacional Amboró, P. N. Aguaragüe, P.N. Madidi, P.N.Sama, Reserva Nacional de Flora y Fauna Tariquia, Reserva de la Biosfera Pilón Lajas (Bolivia); Área de Amortiguación del P.N. Otishi, Reserva Comunal Ashaninka, R.C. Matsiguenga (Perú) (10); P.N. Yasuní (Ecuador) y P.N Sierra Nevada del Cocuy (Colombia).

8. Violaciones de los Derechos Humanos
Es difícil afirmar que Repsol mantiene una política creíble de respeto a los derechos humanos observando los numerosos países con regímenes dictatoriales o en conflicto bélico donde opera la compañía. Repsol tenía buenas relaciones con Gadafi hasta semanas antes de agresión militar de la OTAN contra este régimen. También está presente en Irak, Argelia, Egipto, Nigeria, Kazajstán, Guinea Ecuatorial y Sierra Leona. Países donde regímenes antidemocráticos, autoritarios y opresores fortalecen su poder en base a las regalías del petróleo (11).
Repsol ha sido involucrada en episodios de represión policial-militar a la población, como ocurrió en el caso de movilización social contra la exportación del gas boliviano a Estados Unidos, conocido como La Guerra del Gas de 2003 en Bolivia (todavía bajo un gobierno de extrema derecha), en las movilizaciones contra el expolio de los recursos naturales por empresas multinacionales en Cuzco de 2010, o Pico Truncado y Las Heras en Argentina en 2004. También se ha vinculado a Repsol con la militarización, la presencia del paramilitarismo y la comisión de graves crímenes de lesa humanidad (como desplazamiento forzado, asesinatos, amenazas de muerte, etc.) en el departamento de Arauca (Colombia) (12):
“En 2003, efectivos del ejército, los mismos que resguardan el Pozo Capachos de Repsol YPF ingresaron en la comunidad indígena Betoyes disfrazados de paramilitares. Tras asesinar tres hombres y una mujer, violaron a cuatro chicas, una de ellas embarazada. Los hechos dejaron 98 familias desplazadas preventivamente de su comunidad, a pocos metros del Pozo Capachos” (13).
La reciente militarización en 2012 de la Cordillera Vilcabamba (Perú) obedece a la defensa de los intereses privados de Transportadora Gas del Perú (TGP- consorcio en el que Repsol es un gran accionista) para proteger el gasoducto Camisea y evitar cualquier protesta social, generando importantes impactos sociales.

9. La apuesta por los recursos “no convencionales”
Repsol presume de ser “pionera” la explotación la extracción y transformación de recursos –así llamados- no convencionales, como las contaminantes arenas bituminosas, y el petróleo y gas de esquisto. La fractura hidráulica, técnica para extraer gas de los esquistos, viene acompañada de la generación de importantes pasivos ambientales, relacionados sobre todo por un consumo exorbitado de volumen de agua y la contaminación de los acuíferos, como ha ocurrido ya en las regiones pioneras en esta técnica. Algunos países como Francia o Bulgaria han optado por una moratoria a esta actividad. Sin embargo, Repsol apuesta por esta técnica y en 2011 anunció el descubrimiento del reservorio más grande del mundo de gas de esquisto en la desértica estepa patagónica en Argentina, y en octubre 2011 informó de que ya estaba extrayendo 5.000 barriles diarios. En la misma región Repsol ha contaminado las fuentes de agua dulce y envenenó la población local (como el muy afectado pueblo Mapuche). Muchos de los productos químicos que se usan con la fractura hidráulica son cancerígenos y tóxicos, siendo una amenaza para la población y los trabajadores.

10. Asumiendo riesgos tecnológicos
Repsol apuesta por la perforación de pozos en aguas profundas (off shore), a pesar de existir serias dificultades técnicas que se traducen en riesgos reales de vertidos (como ocurrió en 2010 con la plataforma de BP que explotó en el Golfo de México causando una de las mayores contaminaciones de la historia en EEUU). Repsol explora en aguas profundas de Brasil asociada a la compañía china SINOPEC, habiendo sido detectados numerosos vertidos en los últimos meses. En aguas colombianas, Repsol se propone realizar exploraciones y explotaciones petroleras en los Cayos del Norte, parte del archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina. El proyecto ha levantado la oposición del pueblo indígena raizal y de organizaciones ambientalistas en defensa de los sistemas coralinos del conocido Mar de los Siete Colores. En Canarias y Tarragona Repsol también apuesta por producir petróleo en aguas profundas. En 22 de diciembre de 2010 se detectó una fuga de 1.900 hectáreas, producido “por un descuido humano” en la Plataforma Casablanca, a 53 kilómetros de la costa de Tarragona.

11. Cambio Climático
La combustión de petróleo es el principal emisor de gases de efecto invernadero. Con una producción diaria en 2011 de 298.791 barriles – sin contar la producción de YPF- esto significa una emisión de 132.663 toneladas diarias de CO2. Además de contaminar, participa en grupos de lobby que bloquean las iniciativas de reducción de emisiones a nivel global o fomentan instrumentos como los Mecanismos de Desarrollo Limpio (MDL), el Sistema de Comercio de Emisiones de la UE (u otros mercados de carbono) y la Captura y Almacenamiento de Carbono, que no suponen una reducción de las emisiones ni un cambio de la matriz energética, sino que perpetúan el actual modelo energético injusto e insostenible. Comunidades mapuches de Neuquén (Argentina, 2005) hace años que denuncian la usurpación de sus tierras para proyectos de este carácter (14).

12. Enquistando un modelo de sociedad petrodependiente
Repsol promueve modelos de producción y consumo así como estilos de vida energívoros para perpetuar su negocio. A través de vectores mediáticos, promueve el consumo irracional de recursos como los deportes motorizados (como en el caso del patrocinio de carreras de motos y Fórmula 1). A través de mecanismos de clientelismo, soborno y puertas giratorias, instrumentaliza el poder político gobernante para evitar el pago de impuestos y la implementación de políticas de transición hacia otros modelos económicos basados en fuentes de energía limpia y descentralizada.

13. Sin beneficios para la sociedad
Repsol es un ejemplo de empresa que evade impuestos. Es una de las multinacionales con sede en España (que no española) que cuenta con más presencia en paraísos fiscales, en donde tiene 13 filiales a través de las cuáles minimiza el pago de impuestos. Además, Repsol no crea empleos, sino que los ha estado destruyendo. El ejemplo de YPF en Argentina tras su compra es paradigmático, pues miles de personas en plantilla fueron despedidas. Además, la búsqueda de la competitividad le ha llevado a rebajar las condiciones de seguridad de sus plantas, lo que está detrás de la muerte de 9 trabajadores en la refinería de Puertollano y continuos accidentes laborales en sus diferentes instalaciones..

14. No es una empresa “española”
Repsol no es una empresa “española”, simplemente tiene su sede de la matriz en el Estado español. La mayoría de su accionariado está radicado en el exterior. Además, la defensa de sus accionistas es la defensa de los intereses privados de un porcentaje ínfimo de la población en detrimento de los derechos universales de las mayorías. Si Repsol no hubiera sido privatizada hoy sería más viable -mediante un control público- impedir su salida al exterior y la comisión de delitos o crímenes, así como acometer su reestructuración o desmantelamiento.

15. Retribuciones millonarias para sus directivos
Toda la actividad de Repsol, con los consiguientes impactos descritos, responden a la única lógica de la acumulación de beneficios, que, en plena crisis económica, social y ecológica, se traduce en sueldos multimillonarios para sus directivos. De acuerdo con datos publicados en febrero de este año, el presidente de la compañía, Antonio Brufau, cobró en 2011 nada menos que 7 millones de euros, y el consejo directivo recibió en total 16,3 millones de euros de retribución (frente a los 11 millones de 2010). Por su parte, la alta dirección de la petrolera, formada por 10 ejecutivos, recibió 18 millones de euros, es decir, un 44 % más que los 12,5 millones de 2010 (15).

Actual accionariado de Repsol (16):
(1) Ver htpp://extrabajadores.tripod.com.ar
(2) Ricardo A. De Dicco, «El precio de la garrafa del gas», Le Monde Diplomatique, Abril 2002. Rubén Giustiniani, «Pobres vs Oligopolios», Página 12, abril 2005.
(3) Diagonal. Número 141 http://diagonalperiodico.net/En-sei...
(4) Acción Ecológica-CONAIE, Atlas Amazónico del Ecuador, Quito, enero 2006, pág. 38-51.
(5) “Repsol y sus petroquímicas” http://diagonalperiodico.net/Repsol....
(6) “Tensión en la monoboya de Repsol en Caleta Olivia”http://repsolmata.ourproject.org/sp...
(7) Marc Gavaldà, Viaje a Repsolandia¸Revista Ecología Política, Nº29, Icaria, Barcelona junio 2005.
(8) Ver panorama regional en: Marc Gavaldà, La Recolonización, Icaria, Barcelona, 2003.
(9) “La historia se repite para los pueblos aislados de la Reserva del Estado Nahua Kugakapori” http://www.kaosenlared.net/noticia/...
(10) “ El desembarco de la modernidad, la sombra de Repsol en Nuevo Mundo”http://servindi.org/actualidad/50232, “Repsol barrerá 5.000 km2 en reservas comunales” http://servindi.org/actualidad/48268
(11) Ver por ejemplo: Gladys Martínez López, «Guinea Ecuatorial: la dictadura tolerada», Diagonal. www.periodicodiaonal.net
(12) Amnistía Internacional Colombia, Un laboratorio de guerra: Represión y violencia en Arauca. Amnistía Internacional. Colombia, abril 2004
(13) Fundación Comité Regional de Derechos Humanos Joel Sierra, Informe de Derechos Humanos, Saravena, Colombia, 2003
(14) Marc Gavaldà y Hernán Scandizzo, Patagonia Petrolera, Bardo Ediciones, Barcelona, 2010
(15) Expansión, 29/02/2012

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