viernes, 31 de mayo de 2013

Rotura del SOTE en sector del Reventador

Fuente: El Comercio, http://www.elcomercio.com/negocios/Rotura-SOTE-sector-Reventador-Petroecuador_0_929307204.html

La petrolera estatal Petroecuador informó que esta mañana hubo una rotura del Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE) a la altura del kilómetro 82 de de la tubería que conecta la estación de Lago Agrio con el puerto de Balao en Esmeraldas.

El hecho se dio en el sector del Reventador, Napo, como consecuencia de un deslave de una montaña que desplazó la tubería 40 metros de su ruta.

Petroecuador aún no ha difundido cuánto crudo fue derramado, pues el SOTE tiene una capacidad de transporte de 400 000 barriles diarios.

“Más de 100 técnicos de Petroecuador ya están trabajando en el desalojo de los materiales, para la reparación de la línea y la mitigación del derrame. Al momento se están evaluando los daños y en forma oportuna se continuará informando sobre este hecho.”, dijo la empresa en el comunicado.

viernes, 10 de mayo de 2013

Esmeraldas: las perversas huellas de la modernidad

Fuente: Acción Ecológica, http://www.accionecologica.org/editoriales/1697-esmeraldas-las-perversas-huellas-de-la-modernidad

Hace apenas unos días ocurrió un nuevo desastre en Esmeraldas, producto de un gigantesco deslave en el sector Tabete de Chigue, en la parroquia Chinca. Dos viviendas y sus 13 ocupantes quedaron sepultados.

Apenas a 2 metros del deslave pasa el Oleoducto de Crudos Pesados (OCP), que en esta parte ni siquiera cuenta con la válvula de retención obligada por la Ley de Hidrocarburos para zonas pobladas, con lo que en caso de rotura del ducto el desastre habría sido aún peor.

La gente de la zona dice que cuando se bombea petróleo por el OCP se siente en la colina la vibración. Los moradores de Tabete anticiparon al OCP su preocupación mediante una carta enviada el 14 de mayo del 2012 en la que solicitaban que busquen por dónde sacar las aguas y no las tiren hacia Tabete, pero nunca se les hizo caso. La comunidad también le explicó al OCP que había deslizamientos de tierra y que piedras y lodo bajaban de la montaña hacia las casas, anticipando un posible desastre.

Durante la construcción del OCP se advirtió sobre el riesgo de una construcción de este tipo en zonas de suelos deleznables. Es posible que la misma construcción del OCP haya contribuido a hacer más inestable el suelo. El consorcio OCP no tomó medidas de prevención. No construyó las terrazas o cortes que se suelen hacer para evitar la erosión, que contengan los movimientos o deslizamientos de tierra, tampoco reforestó o tomo medidas para reafirmar el terreno.

 Muy cerca de allí, 15 días antes, ocurrió un derrame calculado en 5 500 barriles de petróleo en el río Winchele, producto de una rotura en el OCP, que contaminó extensas áreas justamente por las abundantes lluvias. De acuerdo a la Dirección de Gestión Ambiental del Municipio de Esmeraldas “Quienes alertaron a las autoridades fueron los moradores que escucharon una suerte de explosión cuando de repente se rompió el tubo".

 Este derrame y deslave del OCP en Esmeraldas, nos hace recordar aquel que ocurrió en marzo del 2009 en Santa Rosa Napo, apenas 5 años después de inaugurar el tubo, que según se dijo contaba con “tecnología de punta,”

 Las declaraciones oficiales del consorcio OCP afirmaron que “A más de la certeza de haber instalado el oleoducto en terrenos estables que garantizan la seguridad de la obra, el oleoducto cuenta con 64 válvulas de línea integradas al sistema de control y monitoreo (SCADA) que funciona a través de un sistema de fibra óptica o de ser necesario de un enlace satelital”. Este derrame en Santa Rosa Napo fue explicado como "un fenómeno natural, que causó un esfuerzo extremo en una tubería", sin embargo su sistema de monitoreo en este caso tampoco funcionó, pues el derrame fue identificado y dada la voz de alerta, por campesinos del lugar.

 La política gubernamental en tiempos del OCP desoyeron las voces de crítica y las alertas dadas. La interpelación de la política gubernamental por construir el OCP generó una fuerte reacción por parte del régimen, que veía en este proyecto el eje de su proyecto "modernizador". La descalificación a quienes criticaban esta obra se hizo presente: “extremistas”, “verdes malos”, junto a afirmaciones de que “cuatro majaderos no van a joder al país".

 Solo años después, además de los impactos de los derrames, se reconocería que el OCP estaba perjudicando al Estado porque se inflaron costos, no se cancelaron impuestos, y la inversión de las empresas socias fue del 3 por ciento, equivalente a $ 55 millones, cuando debió ser del 20 por ciento, es decir $ 300 millones, según afirmaciones del SRI.

 La política de ignorar a las comunidades, descalificar a quienes hacen críticas, esconder las responsabilidades detrás de los fenómenos naturales y de impulsar proyectos devastadores bajo la figura de la modernidad es, lamentablemente, más común de lo que se cree.

sábado, 4 de mayo de 2013

Afectados por derrame aún esperan indemnizaciones

A cuatro días de cumplirse un mes del derrame de 5.500 barriles de crudo en Wínchele, provincia de Esmeraldas, entre sus habitantes aún existe malestar por la afectación causada al medio ambiente, pese a las tareas de remediación que realiza la compañía de Oleoductos de Crudos Pesados (OCP).

En el sitio aún se percibe olor a hidrocarburo, aunque en la zona directa de impacto ya no se observa la espesa mancha negra que se expandió el pasado 8 de abril a lo largo de 30 mil m², cuando se rompió una de las tuberías del oleoducto que administra la OCP.

En Wínchele son pocos los que hablan de este daño a su jurisdicción y quienes lo hacen piden no ser identificados para evitar retaliaciones. Muchos están molestos porque OCP no les provee de agua para sus necesidades; ellos se abastecían del estero que fue contaminado con el derrame.

Además, aún no se define el pago de indemnizaciones económicas a la comunidad que debe establecerlas el acuerdo ministerial 001 del Ministerio del Ambiente, entidad que debe exigir su cumplimiento.

Los comuneros se enteraron de que ayer en la mañana el presidente Rafael Correa visitaría la zona donde se derramó el crudo, y expresaron sus molestias ubicando carteles en las barandas que están en las márgenes de la vía Esmeraldas-Quinindé- Santo Domingo, con frases de rechazo hacia la OCP. “Nuestros animales, sembríos y árboles se están muriendo por falta de agua”, “¿Por qué las Fuerzas Armadas protegen y custodian a la OCP, empresa que es totalmente privada?”, decían los mensajes.
María Isabel Parra, gerenta de Comunicación de la OCP, reconoce que esta ha sido una situación dolorosa, pero que ha permitido contribuir a mejorar la calidad de vida de las 41 familias afectadas directamente.

Entre los beneficios en marcha, Parra menciona un convenio con la Empresa de Agua Potable y Alcantarillado (EAPA- San Mateo) para la construcción de un sistema de agua potable en Wínchele.
Francisco Hurtado, relacionador comunitario de la petrolera privada, dice que las tareas de mejoramiento en la zona afectada se han cumplido por fases. “Primero hicimos el control, recuperación, limpieza y estamos empezando la remediación”, sostuvo.

Explica que estos trabajos han permitido recoger 30 mil litros de fluidos entre agua, lodo, crudo y sedimento. Según la OCP, la fase de remediación concluiría en agosto. “Tenemos mucha maquinaria, cuadrillas de 420 obreros que incluye a gente de la zona”, dice Parra.

Detalles
Rafael en Tabete

Reubicación de familias
Ayer en Tabete (parroquia Chigüe, cantón Esmeraldas), el presidente Rafael Correa ofreció la reubicación de 150 familias en riesgo por un deslave que la semana pasada mató a 13 personas.

viernes, 3 de mayo de 2013

Campaña "La amazonía que nos queda" contra la XI Ronda petrolera

Fuente: http://laamazoniaquenosqueda.org          

Estamos sumamente preocupados por el futuro de la Amazonía Centro-Sur y el respeto de la forma de vida y la cultura de los pueblos ancestrales del Ecuador. El futuro de la conservación de la Amazonía ecuatoriana, se encuentra actualmente amenazado por la decisión del Estado ecuatoriano de abrir la XI ronda petrolera, a través de la cual se busca licitar los bloques petroleros en el Centro-Sur de la Amazonía. Esos planes afectarán a más de 3 millones de hectáreas de bosque tropical y 7 nacionalidades indígenas. La explotación de estas reservas puede generar altos ingresos en el corto plazo para el Estado y la región, pero conlleva la destrucción irreversible de la biodiversidad, con impactos sobre el clima, tanto en el Ecuador como en el planeta, así como posibles violaciones de derechos humanos.
Con la “Ronda Suroriente”, el gobierno busca ampliar la frontera petrolera hacia el Centro-Sur de la Amazonía ecuatoriana. El Centro-Sur no es simplemente 21 bloques petroleros, pero la Amazonía que nos queda: es uno de los últimos bosques tropicales más biodiversos en el mundo, hogar de 7 nacionalidades indígenas.
 Creemos que es necesario profundizar el análisis sobre los impactos socioambientales de la explotación de los recursos no renovables en la Amazonía ecuatoriana. Es urgente pensar en un modelo económico post extractivista, sobre todo sobre todo tomando en cuenta que las reservas del país se agotarán próximamente, y que incluso el país ya alcanzó su pico de explotación petrolera. Para reducir o detener la inevitable declinación de la extracción petrolera en el Ecuador, se acelera la destrucción de la biodiversidad, cuya potencial es uno de los únicos caminos para alcanzar un desarrollo humano incluyente y sustentable en las próximas generaciones.
 Es oportuno preguntarnos ¿Qué oportunidades estamos dejando para las futuras generaciones, quiénes vivirán en un país sin ingresos petroleros?
 Este espacio dedicamos a informar al público sobre los planes de exploración y explotación del gobierno en el Centro-Sur de la Amazonía y damos una voz a los pueblos indígenas que ahí viven.
“La Amazonía que nos queda” es una campaña llevado por un colectivo de la sociedad civil que apoya la conservación de la Amazonía ecuatoriana y la resistencia de los pueblos indígenas. A través de la difusión de información con la finalidad de generar el debate sobre el futuro de nuestra Amazonía y del país en general.